El año pasado Holanda desplegó un carril bici único en el mundo al tener el pavimento cubierto con unos paneles fotovoltaicos de una extensión de 70 metros.
Ahora, seis meses después, los ingenieros pueden decir que el sistema está funcionando mejor de lo que se esperaba, con 70 metros de carril produciendo 3.000 kWh, o lo que es la misma electricidad que necesita una familia en un año
Fue justamente algo parecido lo que obtuvo el hype suficiente para poner en la palestra al proyecto Solar Roadways hace un año más o menos, un proyecto de crowdfunding que se enfocaba en cubrir todas las carreteras de Estados Unidos con paneles fotovoltaicos. Ha sido Holanda la que se ha convertido en la primera nación en emplazar el concepto en algo real con la instalación de 70 metros en Krommenie, un pueblo al norte de Amsterdam.
Los paneles fotovoltaicos usados en el carril de bici holandés están puestos como un sandwich entre cristal, goma de silicona y cemento, y es lo suficiente resistente para que las ruedas de un camión de 12 toneladas pasen sin sufrir ningún tipo de daño. Todos los paneles individuales se conectan a contadores inteligentes que se encargan de optimizar la salida y suministrar la electricidad directamente al alumbrado público o la red central.
Los ingenieros necesitaron 5 años para que el sistema fuera lo suficientemente resistente. Más de 150.000 ciclistas han pasado a través de los paneles en estos seis meses de pruebas y solamente se ha observado un fallo, una pequeña parte del cubrimiento, que ofrece agarre al suelo, ha ido desapareciendo debido a las fluctuaciones en la temperatura.
SolaRoad ahora está trabajando en mejorar este cubrimiento. Es la misma empresa la que ahora está trabajando con distintos ayuntamientos en Holanda para desplegar la tecnología en diferentes provincias. Posiblemente California sea el primer estado en EEUU en acoger a esta tecnología en sus calles.
Fuente: Renovablesverde.com
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